martes, 4 de abril de 2006

Carta al jefe negociador ecuatoriano al TLC

La siguiente es una carta enviada al blog http://manuelchiriboga.blogspot.com

Estimado Jefe Negociador,
Felicito en primer lugar su iniciativa de abrir este espacio para discusión sobre el TLC, he puesto su vinculo en mi blog para que los pocos que lo leen, también tengan la oportunidad de comentar.
Luego de leer los comentarios vertidos en este espacio, no me queda mas que pensar que dentro de toda esta confusión, los únicos culpables somos nosotros los ecuatorianos. Nos hemos acostumbrado a protestar en base a nuestros instintos viscerales, nos hemos acostumbrado a oponernos a todo como rebeldes sin causa (solía decir mi madre) y por si esto fuera poco, rebeldes sin alternativas. Me gustaría por una sola ocasión, ver, escuchar o leer una opinión negativa, pero con alternativas de solución.
Los ecuatorianos somos buenos al momento de hacer diagnósticos, pero poco más que pésimos para dar recetas.
Por mi parte, no soy un ferviente defensor del TLC, pero si defenderé hasta con los dientes nuestro derecho a tener sentido común (el menos común de los sentidos, suelen decir por ahí) y este sentido común nos dice que si queremos sobrevivir en un mundo globalizado, debemos ingresar en el juego y aprendernos las reglas. Debemos firmar tratados comerciales no solo con USA sino con todos los países que tengamos a mano, pero, sin sacrificar el futuro de nuestro país y, ojo, a la par de estas firmas, el Estado debe iniciar su camino hacia la efectividad.
Somos un país rico en muchos aspectos, pero el dinero estatal no es invertido en lo necesario e importante, salud, educación, fomento de la producción.
Mientras sigamos pensando que el Ecuador es un exportador de materias primas, estaremos perdidos, es hora de sacudirnos y empezar a pensar en grande. Ya basta de exportar frutillas para que nos regresen mermelada a 10 veces el precio. Es realmente frustrante ver que la banca ecuatoriana prefiere brindar prestamos de consumo (aprobados algunos en 24 horas o menos) que invertir en producción, en creación de empleos... en el futuro.
Espero que conjuntamente con las negociaciones, usted sea el portador de las inquietudes de muchos ecuatorianos que vemos desesperados el futuro del país, un futuro incierto pues no tenemos ni idea de hacia donde queremos llevar al país.
Hace un tiempo, mientras investigaba para mi tesis doctoral, encontré el texto de la ley 188 de Colombia que establece el Plan Nacional de Desarrollo y en la cual leía (verde de la envidia al ver que nuestros vecinos SI saben a donde quieren llegar) el nuevo perfil del ciudadano colombiano, que comparto con usted y sus lectores:
"más productivo en lo económico; más solidario en lo social; más participativo y tolerante en lo político; más respetuoso de los derechos humanos y por tanto más pacifico en sus relaciones con sus semejantes; más integrado en lo cultural y, por tanto más orgulloso de ser colombiano"